La visita de Viktor Orbán ocurre días después de su viaje a Ucrania, donde se reunió con el presidente Volodymyr Zelenskyy y propuso que considerara un alto al fuego inmediato con Rusia.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se reunió este viernes en Moscú con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, para discutir la paz en Ucrania.

El encuentro provocó advertencias de varios líderes de la Unión Europea (UE) y de naciones como Alemania, Dinamarca y Estonia. Insistieron en que Orbán no hablaba en nombre del bloque comunitario.

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Durante una conferencia de prensa en el Kremlin, Putin se dirigió al ministro húngaro: «Entiendo que esta vez usted ha venido no sólo como socio de larga data, sino también como presidente del Consejo» (en referencia a la presidencia pro tempore del Consejo de la UE). Añadió: «Espero que me diga su posición (sobre Ucrania) y la de los socios europeos».

En tanto, Orbán expresó que el número de países que pueden hablar con ambas partes en conflicto «se está reduciendo. Hungría se está convirtiendo gradualmente en el único país de Europa que puede hablar con todos».

El jefe de Estado ruso reiteró como condición para las conversaciones que Ucrania retire sus tropas de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson, pero Ucrania y Occidente rechazan esa demanda.

Asimismo, enfatizó que la nación euroasiática no aceptará ninguna interrupción temporal de las hostilidades que permita la recuperación de Ucrania para reagruparse y rearmarse, únicamente un cese de hostilidades completo.

Por otra parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseveró que solo la unidad de los miembros del bloque comunitario allanarían el camino hacia una paz justa y duradera en Ucrania.

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